Encuentre una posición / lugar cómodo para esta meditación.
Respire: Aspire profundamente, llene sus pulmones a fondo, contenga la respiración momentáneamente y exhale por la boca. Hágalo tres veces.
Corazón: Silencie su ser interior, abrazando el regalo de la vida con cada respiración y cada latido.
Permítase reflexionar sobre estas palabras de St. Hildegard de Bingen: "Los seres humanos son el corazón pensante, llamados a ser co-creadores con Dios para dar forma al mundo".
Exprese su gratitud por las maravillas del ritmo de interconexión de la creación.
Reflexione: ¿Cómo se siente al saber que este lugar tan hermoso, la Tierra, está amenazada con destrucción debido a nuestras propias acciones y negligencia?
Piense sobre el llamado a ser co-creadores y no dominadores y opresores de esta red de vida para las generaciones actuales y futuras.
Resolución:
Entre en contacto con la pasión / energía que siente para proteger este lugar tan hermoso, la Tierra. ¿De qué forma (s) podría ayudar a sostener la vida en la Tierra?
* Adaptado y utilizado con permiso de las Hermanas de la Providencia de Saint Mary-of-the-Woods. Escrito por la hermana Barbara Sheehan y el asociado de las Hermanas de la Providencia, Gene Majewski.
Orar:
Dios de toda la creación, tu bondad y gloria brilla a través de todo lo que has hecho. A la luz de la fe, ayúdanos a ver este mundo, nuestro hogar común, no como un recurso para dominar y explotar, sino como un regalo para todas las generaciones. Impulsado por tu Espíritu, te pedimos esto en el nombre de Jesús, a través del cual se hizo toda la creación. Amén. (Oración de Caridades Católicas)